Aunque seguimos dando la brasa por otros medios, habréis notado que en el blog llevamos unas semanas de riguroso silencio (cómo mola hablar como si le importásemos a alguien). Pues bien, queridas wumingueras, ha llegado el momento de explicaros por qué.
Mi perro se comió mis posts. Como todos los grupos (menos en el PSOE) nosotras también estamos llenas de contradicciones, y algunas de ellas se nos pueden escapar. Resulta que hace unas semanas a Wu Ming se le ocurrió buscar feminismo en internet y ¡BOOOOOOM! le estallaron en las manos un montón de contradicciones. Y, en fin, que como para nosotras es algo fundamental, hemos llegado a la conclusión de que tenemos que mirárnoslo, así que no le ha quedado más remedio que bajar la persiana unas semanas y tomarse un tiempo de rave reflexión.
No ha sido fácil tomar esta decisión. No lo ha sido dar la espalda al mundo ante un 8 de marzo que se preveía histórico. Tampoco lo ha sido no unir nuestras voces frente a la represión que estas semanas han sufrido algunas colegas por defender la universidad pública (Ermengol y Bàrbara, estamos con vosotras, con cada una de las 27, queremos sumar), ni ante todo lo sucedido en Lavapiés. No nos resulta sencillo explicaros a quienes habéis elegido este espacio para contribuir ofreciendo una mirada arqueológica a la realidad que estaremos un tiempo sin publicar nuevos textos. Algunas os sentiréis aliviadas, sin duda.
Pero no queríamos que la inercia nos arrastrara. Podríamos habernos dejado llevar, pero de arqueólogas críticas que con sus prácticas cotidianas embarran sus discursos está el mundo lleno (como decía Angelita). Por eso paramos. Y por eso esperamos que entendáis que es importante parar.
Nos tomamos unas semanas para resituarnos y reorganizarnos, pero trabajamos ya para volver tan pronto como sea posible. La profecía lo dijo: alguien sacará la espada clavada en el catedrático de arqueología y resucitará a Wu Ming para traer el apocalipsis. Así que preparaos.
Avisás quedáis.
Wu Ming
Grupo Arqueología Social 